11.7.05

La sierra blanca de la luz

El autor se sumerge en los encantos de Cazorla, la puerta de entrada al parque natural de la provincia de Jaén.

Cazorla es un estado de ánimo, un ser vivo que atrapa a través de unos encantos imperceptibles la primera vez que se visita. Quienes repiten corren la suerte de quedar enredados entre algunos de sus encantos con la voluntad anulada por el espacio, dispuestos a gastar el tiempo entre sus calles. Personalmente me hirió con su querencia hace años como visitante y ahora como habitante, pero podría afirmar que la he descubierto (o me ha descubierto) poco a poco y esos enamoramientos, huidizos al primer flechazo, perduran.

Ver noticia completa en Elpais.es